Revestida en Piel

Liberando la presión de tener múltiples vidas, la artista alemana Heide Hatry creó siete personalidades –todas representadas por ella misma en el libro “Skin”- que enfrentan el trabajo artístico a través de diferentes puntos de vista y aproximaciones, utilizando piel como técnica para proyectar los aspectos más existenciales de la vida humana.

Por Juan Pablo Colin

Hacia fines del año pasado, fue publicado en EEUU un libro llamado "Skin" en el que un grupo de artistas mujeres daban a conocer un interesante y provocador trabajo que abordaba la utilización de la piel como soporte creativo. Sin embargo, había algo más que las conectaba en un nivel más profundo…

Todas ellas trabajaron en una granja de cerdos faenando animales. Todas se fascinaron con la textura de los elementos y se vieron a sí mismas a través de vísceras y órganos. Todas ellas descubrieron el arte y se aislaron de su propia generación para perseguir honestidad. Todas ellas imaginaron formas que proyectaban vida y muerte, al mismo tiempo. Todas ellas eran Heide Hatry, quien se encargó de hacer converger en sí un colectivo de fascinaciones y manías; inconexas a ratos, totalmente coherentes en otros.

Así, elaboró un trabajo doble: por un lado inventó y representó la vida de 7 artistas y, por el otro, trabajó con minuciosidad la obra de cada una de ellas a través de un material común: la piel. Fascinada por su textura, elasticidad, olor y sutil transparencia, la artista alemana nos invita a cruzar la frontera del arte visual para ofrecernos una experiencia mucho más sensual: el arte, al parecer, ahora se mira y se toca.

¿Cuándo descubriste la piel como técnica de trabajo?

En algún momento necesité hacer un escultura que fuera lo más real posible. Probé todo tipo de materiales pero el resultado siempre era el mismo: carente de vida. Fui entonces a un matadero y compré huesos, piel, ojos. Tomé un cráneo y lo cubrí con carne y otros elementos que completaron los labios, el pelo…Debido a que la piel de cerdo es tan parecida a la humana, de pronto la obra pareció estar viva -quizás muerta- pero con el potencial de haber estado viva alguna vez. Al verla, quedé absolutamente fascinada y sentí que había realizado un acto casi divino.

La Humanidad

Para Heide Hatry, el cuerpo es expresión de humanidad. Sin él, no hay reconocimiento y, por lo tanto, no hay existencia. Todo lo vivencial se encuentra conectado con el cuerpo, dice la artista, y a través de él se lleva a cabo todo: sentimientos, ideas, experiencias. Por lo tanto, cualquier tema que tenga relación con nuestra naturaleza particular, es susceptible de ser comunicado a través del cuerpo.

Bajo esta premisa, uno de los aspectos más paradójicos del trabajo de la alemana, es la utilización de materia animal para expresar justamente la funcionalidad de la carne (o de la vida) para provecho del hombre. Al respecto señala: "En Alemania las granjas funcionan como fábricas y nadie se percata que los animales son criaturas vivas. Cuando tenía 15 años tuve que mudarme de la de mis padres, a pesar de que trabajé desde los 6 años ahí, porque cuando los cerdos eran escogidos para llevarlos al matadero, lloraban de forma tan intensa que me despertaba a las 4 de la mañana para compartir el llanto con ellos, conmovida y contagiada. Hay gente que considera horrible que un artista use animales muertos para crear algo tan estúpido y sin sentido como una pieza de arte. Sin embargo, no se dan cuenta de que ellos los usan también, al comerlos o vestir chaquetas de cuero".

¿Existe entonces una intención política o social en tu obra?

Sí, yo solo uso partes del animal que nadie quiere y que serán desechados. Por eso, considero que es buen material para generar conciencia en la gente, aún cuando no estoy interesada en evangelizar al respecto. A mí me basta con hacer que alguien se detenga a pensar, aunque sea por un minuto. Muchos piensan que mi objetivo es solo provocar, pero soy una gran seguidora de Kant y de Voltaire y creo en la iluminación como propósito. La diferencia es que yo la busco con métodos poco convencionales.

La connotación sexual de tu trabajo es evidente en algunas series…

La piel es, por supuesto, el material más sensual que alguien pueda imaginar. Por eso, resulta perfecto para visualizar todo aquello relacionado con sexo, violencia, placer, dolor y muerte, es decir, aquello que me resulta más interesante de tratar. Siempre intento ir más allá y el sexo, a pesar de que se liberó hace unos 40 años, sigue siendo una maravillosa herramienta para atraer a la gente e inducirla a pensar.

Personalidad Múltiple

El libro "Skin" da cuenta del trabajo realizado por los 7 alter ego de Hatry, uno de los cuales es ella misma. Pareciera ser que su trabajo es tan variado, que solo podría ser abordable a través de capítulos que adoptan no solo una imagen reconocible, sino también nombre y personalidad. Adoptaron cuerpo, diría la artista, exponiendo el rol múltiple y multiplicado de la mujer en el arte, sensiblemente camaleónico y definitivamente existencial.

Así, cada personaje trabaja emociones disparadas en momentos claves de su vida: la muerte de su padre por inmersión, su embarazo o las cirugías a las que ha sido sometida. Los nombres escogidos para cada uno responden a esa misma dinámica, permitiéndole a la alemana jugar diferentes roles en que el cada uno era responsable de una cosa a la vez y sin que uno deba responderle al otro.

Lo interesante, además, es que cada extensión de Hatry presenta un trabajo completamente diferente en términos estéticos y conceptuales, aún cuando existe una línea temática superior que las cruza a todas. La piel es presentada ajena al cuerpo que solía contener, sugiriendo nuevas interpretaciones acerca de la integridad física de los seres. Ya sea estirada, pintada, cosida, mutilada y siempre descontextualizada, la epidermis de Hatry proyecta nuevos esbozos de vida, nuevas miradas a la muerte.

Siendo que cada una de las identidades que creaste son extensiones tuyas y, a la vez, obras de arte, ¿dónde está el límite entre el creador y el objeto creado?

Siento que si no hay un límite, entonces me siento extremadamente auténtica y más cerca de lo que quiero lograr. Me encanta tomar los objetos con mis manos y sentir que si solo soplara sobre ellos, comenzarían a respirar.